Niños y niñas invitados del 4to Festival por el Agua, la Montaña y la Vida
- Corporación Uma Kiwe MadreTierra
- 24 sept
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“Si no hay un territorio que garantice el desarrollo de las infancias –humanas y animales– la vida no es posible”.
Con música, arte y diálogo comunitario, el 4to Festival por el Agua, la Montaña y la Vida se celebró del 19 al 21 de septiembre de 2025 en Mocoa, Putumayo. El encuentro reunió a habitantes de la región, pueblos indígenas, infancias, jóvenes, liderazgos de Ecuador, artistas locales y visitantes para reafirmar el compromiso de defender el piedemonte andinoamazónico para las nuevas generaciones.

El cachorro, el polluelo, el tortuguillo, el osito, el alevín, la semilla, el brote, la plántula y la gota son ejemplos de las primeras etapas de la vida- y en esta 4to versión- se resaltó la urgencia de que el útero-territorio esté sano para garantizar que su desarrollo sea posible. “El amor materno está en una incertidumbre por el territorio que le vamos a dejar a nuestro hijos” es el mensaje que dejan las mujeres indígenas.
“Las abuelas han manifestado que sin agua no hay vida y para los pueblos indígenas la mujer es como la tierra y su palabra es vida entonces es importante cuidar esta zonas que recogen los ríos voladores y que por intereses económicos no se debe destruir” dijo Robinsón Gonzales del Pueblo Zio Bain y participante.
Este Festival, impulsado por los Guardianes de la Andinoamazonía se realiza cada año y en su 4ta versión tuvo como invitados las orquídeas, los colibríes y las infancias humanas y animales, advirtiendo que están en riesgo, si las montañas, que son nuestro hogar, y las maternidades que son el origen, no tienen condiciones. Por eso el lema fue “El futuro de la andinoamazonía está en sus manos” y en este marco se desarrolló una diversa y rica agenda cultural durante los tres días.
Día 1 | Cuidar el vientre
El festival inició con plantones artísticos: una gran anaconda, colibrís y un oso de anteojos caminaron en comparsa junto a artistas y al ritmo de la Batucada Feminista Sororidad Sureña, desde la Plaza de Mercado hasta el parque central, en una fiesta que llamó a defender la vida.

En el Parque General Santander, una impactante mandala de bebés dormidos rodeados de frutas, semillas, flores y tierra dio la bienvenida a los asistentes. Luego de una armonización, los participantes reflexionaron sobre la relación que tenemos con el territorio, “los hombres deben recordar que nacen del vientre de las madres y las mujeres deben recordar que sus vientres dan vida a las comunidades; todos habitamos el gran vientre de la Madre Tierra”. Expresó un asistente ante el público.
La jornada continuó con una exposición fotográfica en la Casona, presentaciones culturales de colectivos y colegios que fueron ventana para el talento de niños y niñas y una jornada de estampación donde los asistentes llevaron sus prendas para enmarcar mensajes de esperanza, como “Escúchame soy el río” haciendo un llamado del cuidado del agua para la vida.
Día 2 | Escuchar el territorio
El canto de las aves de la mañana dio inicio a la agenda, con la lectura de las “Cartas del Colibrí”, impulsada por Guardianes de la Andinoamazonía, en la que los niños y niñas de Mocoa dejaron mensajes para el presidente Gustavo Petro, como ejemplo: “Señor presidente, dígales a los de Libero Cobre que no exploten las montañas; de ahí sale el agua que tomamos”. Sentires que fueron ubicados en nidos y que esperan volar y llegar a la Casa de Nariño.

En el intercambio de experiencias participaron jóvenes observadores de aves de la vereda Campucana que llevan más de 5 años recorriendo y conociendo los pájaros. También conocimos a jóvenes de la Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica que le apuestan al cuidado de la biodiversidad y su identidad como forma digna de vida y arraigo al territorio. Entre otras experiencias de comunicación de los medios Agenda Propia y La Minga Kiwe, así como el arte de obras inspiradas en la bioculturalidad del departamento del Putumayo a cargo del maestro Carlos Imbacuan.
Al mediodía, el escenario vibró con actividades interactivas a cargo de la Fundación Kindicocha seguido de la obra de títeres “Los amigos del colibrí”, protagonizada por niños y niñas del Alto Putumayo, quienes recordaron al público, en una emotiva presentación, que los animales sufren cuando les destruimos sus hogares.

En la tarde, liderazgos binacionales compartieron sus estrategias de monitoreo y defensa frente a petroleras y amenazas mineras. “Ecuador es el primer país del mundo que ha declarado a la naturaleza como un sujeto de derechos en el 2008 y con este artículo nosotros estamos presentando las denuncias para probar el daño que ha causado las actividades petroleras en el territorio” Comentó una de las lideresas invitadas del pueblo Zio Bain.
“Venimos a unir fuerzas y a conocer porque todas las fuentes hídricas forman el Putumayo. EL río San Miguel, el río Cuyabeno y Aguarico y esto nos inspira a seguir luchando porque para nosotros las montañas son importantes porque forman las aguas y los ríos voladores que permiten que se den las lluvias” Afirmó Nancy Correa participante del pueblo indígena Zio Bain.

En la misma jornada, el Servicio Geológico Colombiano presentó un estudio que confirma la presencia natural de aguas acidificadas en la cordillera, mientras Sidaly Ortega, directora de Corpoamazonia, explicó el alcance del acuerdo ambiental que busca declarar parte de las montañas como determinante ambiental. La jornada cerró con el gran concierto "Sonidos del Agua, la Montaña y la Vida”, que reunió a las familias y participantes en torno a la música y fue un escenario protagonizado por bandas locales.

“Este Festival permite aterrizar, intercambiar saberes, lazos de unidad y encuentro para defender nuestras montañas y el arte y la cultura son los medios de comunicación para llamar a más personas a estos procesos. La música es un medio para comunicar asuntos relevantes. Los jóvenes somos vanguardia y podemos liderar procesos de transformación” Declaró El grupo musical Los Inéditos, banda participante.
Día 3 Camino al río - Disfrutar lo que se cuida

El festival concluyó con un ciclopaseo hasta la vereda Pueblo Viejo, llegando a la histórica Carpa de la Resistencia, símbolo de la lucha de la comunidad campesina en favor de las montañas del Piedemonte ante el interés de la minera canadiense Giant Copper Resources, en Mocoa Libero Cobre, de explotar cuatro títulos mineros sobre uno de los corredores más biodiversos y mejor conservados de América Latina. Allí, un espacio de palabra, poesía botánica se complementaron con un sancocho comunitario.
“Colombia tiene en sus selvas una magia que no existe en mi país y si se va a romper esto no vuelve a ser lo mismo por eso estos espacios son importantes y es una meta de protección del mundo no sólo de los Mocoanos” Expresa Aksel Scheibye ciudadano de Dinamarca que participó en el festival.
La despedida fue una visita al río Mocoa, reafirmando a través del canto y el disfrute de sus aguas, que queremos montañas sanas y un río libre de cualquier forma de contaminación.
“Como Guardianes de la Andinoamazonía continuaremos impulsando este Festival y ahora mediante el colibrí como mensajero de los espíritus, para llevar las voces de las niñas y niños de la andinoamazonía hasta Bacatá para que el presidente Petro les escuche.
Fotos: Guardianes de la Andinoamazonía.
"Soñamos que sus cartas recorran como los ríos voladores. Que sus palabras sean gotas de esperanza que suben de la Amazonía a las montañas andinas hasta el páramo que provee de agua a la capital” Explica una de las coordinadoras pedagógicas del Festival e invitó a estar atentos a esta campaña.
La organización agradeció a los niños y niñas como invitados especiales, a los artistas que crearon las obras del colibrí, a los biólog@s y procesos que dieron vida a la imagen del festival, a la comunidad de Mocoa, al pueblo binacional Siona, a la Carpa de la Resistencia y a todas las personas, pueblos ancestrales y colectivos que hicieron posible este gran tejido por la vida.
"La amazonia está en tus manos"