Amigos del Colibrí: los niños que le dan voz al dolor de la naturaleza
- Corporación Uma Kiwe MadreTierra

- hace 9 horas
- 3 Min. de lectura
Niños y niñas entre los 5 y 12 años fueron los protagonistas de la obra de títeres “Amigos del Colibrí”. Una apuesta en escena que se realizó en Mocoa en el marco del IV Festival del Agua, la Montaña y la Vida. El objetivo, sensibilizar sobre el dolor que viven los animales
frente al desarrollo humano.

La obra es fruto de una construcción colectiva entre niños, niñas y adultos que acompañan el proceso. Las madres y padres, que también participan en la obra, se vuelven pequeños para hablar el mismo lenguaje. “El propósito de este colectivo es contar, en la voz de los animales, las problemáticas que atraviesa la región andinoamazónica: la deforestación, el ruido en la montaña, los monocultivos, la construcción de vías y la minería y cómo sus hogares se ven afectados”. Explica Jessica Villamil mamá que acompaña a su hija en la obra.
Además, explica que, el colibrí es un símbolo espiritual, un mensajero de vida y protección. Esta ave es la guardiana del Valle de Sibundoy, territorio del alto Putumayo, también conocido como Kindicocha o laguna del colibrí. "Su pequeño pero poderoso aleteo nos recuerda que el latir de nuestros corazones está conectado con la Tierra y que tenemos la responsabilidad de cuidarla para cuidar nuestra propia vida". Afirma Jessica.

Entre los personajes que dan vida a esta historia están el oso de anteojos, la zarigüeya, el jaguar, el venado y el propio colibrí, todos habitantes de los bosques andinoamazónicos.
“Para mí fue bonito ir a Mocoa porque me gusta llevar los mensajes de la montaña y la selva. Yo soy la venada y me gustaría que muchos niños más conozcan el territorio”, dice Ami, una de las pequeñas participantes, con la emoción de haber sido parte del festival.

Los Amigos del Colibrí son un proyecto creativo que nace del nido de la Escuela AMA-NACER, un proceso de educación alternativa que combina el arte, la cultura y el territorio como caminos de aprendizaje. Esta apuesta nace en Colón, Putumayo. “Los textos y el guión han sido construcción colectiva, y cada niño y niña le ha dado vida a su personaje, investigando sobre sus comportamientos, movimientos, sonidos, lugares donde vive, lo que come. Esto nos acerca a una interpretación teatral pero también a conocer más sobre cada animal del territorio”.

La presentación en Mocoa fue especial: por primera vez, los Amigos del Colibrí llevaron su obra fuera del Valle de Sibundoy. Además, la participación en el festival permitió que los niños y niñas conocieran nuevos paisajes y especies, visitaran el Centro Experimental Amazónico (CEA) y los ríos que rodean la capital del Putumayo.
“Esa experiencia inspiró nuevas ideas y personajes que queremos incluir en la obra”, relata Jessica, quien acompaña el proceso pedagógico y artístico del grupo.
Con esa inspiración, el colectivo planea ampliar la propuesta durante 2025, sumando nuevos animales, fortaleciendo la interacción con el público y explorando la música en vivo. El objetivo es realizar una gran puesta en escena en el municipio de Colón, para seguir tejiendo mensajes por la defensa de la vida, el agua y la montaña.

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